domingo, 7 de mayo de 2006

Juan Pedro Quiñonero sobre Evo o, lo que es lo mismo, más claro, agua:
Sería impensable que un primer ministro español se fotografiase abrazando a Jean-Marie Le Pen, culpable de indeseables afirmaciones xenófobas, condenadas por los tribunales de justicia. Sin embargo, Le Pen no siempre llega tan lejos como Hugo Chávez en sus afirmaciones anti semitas. La oferta pública de compra de una gran empresa española, con dinero alemán, cumpliendo todos los bizantinos requisitos de la legislación europea, suscita una enérgica reacción gubernamental en Madrid, con decisiones excepcionales, tomadas en consejo de ministros, violando la legislación europea –a juicio de la Comisión–; con una rapidez y determinación que el gobierno español no tiene cuando el ejército de un Estado ¿amigo? toma por la fuerza armada las instalaciones de una empresa española, en Bolivia. La concesión de derechos jurídicos especiales a los simios quizá ponga de manifiesto una gran sensibilidad moral: que no siempre tenemos ante la violación policial de los derechos humanos más elementales de los periodistas y los homosexuales cubanos.
Leedlo entero.

1 comentario:

Juan Pedro Quiñonero dijo...

Hola,
Oye, Gracias por tus generosas citas...

Q.-