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viernes, 24 de octubre de 2008

España, Zapatero, la crisis y la Cumbre

La historia es más o menos la siguiente: ha llegado la crisis, como cabía esperar puesto que los ciclos económicos son algo por todos conocido. Esta vez, en cambio, la crisis de la economía real ha venido acompañada por una crisis financiera, originada en EE.UU. Resulta que en el país norteamericano se concedieron hipotecas a troche y moche sin mirar demasiado si el receptor de ese dinero podía devolverlo o no. Además, esas hipotecas se revendieron después a bancos all over the world, quienes a su vez se las endosaron a otros bancos o a sus clientes... Está bastante bien explicado aquí.

Los políticos, a quienes no les gusta perder elecciones, se han puesto bastante nerviosos. Y se han lanzado a decir tonterías, a cada cual más gorda. Lo peor es que también las han hecho. Ahora se quieren reunir el 15 de noviembre en EE.UU. para «refundar el capitalismo», como si lo hubiese fundado alguien alguna vez, y para acabar con «la dictadura del mercado». ¿Semejante tontería ha sido dicha por nuestro tonto oficial, Gaspar Llamazares? No. Lo ha dicho el marido de Carla Bruni, nada menos: Nicolas Sarkozy. Sí, el presidente de un país cuya economía está, mayoritariamente, en manos del estado. Qué cosas. Lo más divertido es que eso es mentira. Fue el intervencionismo de Carter y después el de Clinton el que obligó a los bancos a prestar dinero a las minorías. Ya saben, eso tan políticamente correcto de la discriminación positiva. Resulta que si un negro no podía comprarse una casa no era poque no tuviese estudios ni trabajo, qué va; no podía porque era negro. ¡Era tan sencillo! ¡La respuesta había estado delante de nuestras narices y ni nos habíamos dado cuenta! El caso es que cuando ha llegado la hora de pagar, el negro o quien sea no ha podido, y al igual que él, unos cuantos miles de personas. El banco, a freir espárragos. Y los que obligaron al banco a conceder hipotecas de dudosa recuperabilidad exigen, ahora, salvar al pobre banco y, de paso, acabar con el capitalismo. Es aterrador.

¿Y qué hace Rodríguez mientras tanto? Pues ha copiado el plan de Bush, pero sin transparencia, sin decirnos quiénes tienen activos «tóxicos» y sin apenas control por parte de la oposición ni nadie, que para eso son todos colegas. Pero no sólo eso. Además quiere estar en la Cumbre en la que se va a «refundar el capitalismo». Normal. Pero es que la Cumbre es sólo para el G-20 (es el G-8 más países emergentes más la UE), y ahí no entra España. Eso no ha desanimado a nuestro presidente, quien se ha puesto a trabajar para ir, y ahora está de viaje en China, luego volará a más sitios, mientras pide a unos y otros que le dejen ir a la Cumbre. Jopeta. Le ha pedido ayuda a Sarkozy, al Primer Ministro japonés, a un señor de Ohio que pasaba por ahí... Y nada de nada. Ayer Martinmorales lo retrataba fabulosamente.

¿Por qué no vamos? Pues porque a nuestra economía le queda todavía un poquito para estar entre las grandes. Porque no tenemos poítica exterior que esté a la altura de nuestra economía y porque tampoco tenemos una política de defensa digna de ese nombre. No lo digo yo; lo dice Alfonso Rojo, ese neocón:
[...]
No se engañen. El desaire inicial no tiene que ver con nuestro PIB, porque España ocupa la octava posición mundial, como recordaba ayer el presidente francés.
Que George Bush sea el anfitrión, puede haber influido, pero tampoco es determinante. Por feo que fuera quedarse sentado al paso de la bandera de las barras y estrellas, el gesto de Zapatero parece una minucia, al lado de las jugarretas que hizo Francia a EE.UU. en los prolegómenos de la Guerra de Irak. En la ONU y fuera de ella.
Ni siquiera la precipitada retirada de las tropas españolas de Mesopotamia ha sido determinante, porque el Gobierno ZP ha hecho bastante penitencia después y lleva meses prodigando los requiebros hacia Washington.
La clave, aunque nos duela mucho a algunos, es que España pinta poco en la escena mundial. El mal se ha agudizado con las erráticas alianzas del Gobierno Zapatero, que nos granjean aplausos en Ankara, Teherán o Caracas y nos coloca en una posición de marginalidad en el escenario mundial, pero viene de lejos.
Para tener una Política Exterior de peso, hay que tener una Política de Defensa digna de ese nombre. Y no se si han reparado en que en ese terreno vamos a la cola de los países de nuestro entorno. Junto con Bélgica y Hungría, somos el miembro de la OTAN que destina un porcentaje de PIB más pequeño a sus Fuerzas Armadas.
Y para colmo, cuando llega la hora de fajarse, nos rajamos, como prueba nuestra negativa a asumir un papel más activo en Afganistán. Cuando uno no está a las duras, no debe extrañarse de que no le inviten a las maduras.

Quizá Aznar se pasó un poco con la foto de las Azores; lo digo por aquello de que nos venía un pelín grande. También es cierto que el actual inquilino de La Moncloa se rió a mandíbula batiente de los esfuerzos de su antecesor por estar entre los grandes, y ahora se arrastra por el lodazal para ver si consigue estar allí. Ha tenido casi cinco años par aprofundizar en la política internacional de José María Aznar. Y, en lugar de eso, ha deshecho todo aquel trabajo de años. Si no nos creemos que podemos estar en la Champions League de los grandes países no merecemos estar. Y la tarea de creérselo empieza por el Presidente del Gobierno. Y asumiendo responsabilidades. Si no, luego pasa lo que pasa.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Una lección de economía en la radio

Se nos viene encima una gorda. Mucho, muchísimo peor que la de 1993. Para explicarlo, hoy Zapatero ha acudido al Congreso de los Diputados a petición propia. El resultado: decepcionante, aunque esperado. Ha demostrado que no ha ido más que para que quede en los anales de la historia: «He venido a dar la cara». Pero no ha propuesto ni una sola medida que no conociéramos ya. Que, por descontado, no son las que necesita nuestra maltrecha economía.

Ha sido esta tarde regresando del trabajo cuando he escuchado una de las mejores tertulias económicas que recuerdo en La Linterna de César Vidal. Escuchen el diagnóstico que José Barea, Emilio González y Roberto Centeno hacen de la economía española porque no tiene desperdicio.




Y si quieren informarse más de lo que ha ocurrido en el el Congreso, lean a Elentir y a Carmelo Jordá.

domingo, 1 de junio de 2008

El mundo al revés

Un par de noticias me han llamado la atención este domingo:

El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, acusa a varios programas de radio de la Cope, entre ellos «La Mañana» de FJL, de fomentar la "agitación y la crispación", y de provocar la "desafección de muchas personas respecto a la Iglesia". (Fuente) Y yo que creía que los que machacaban a la Iglesia día sí, día también eran los de la Sexta, con Wyoming a la cabeza, seguido de cerca por Buenafuente y su trouppe, los de «Sé lo que hicisteis...», la línea editorial de esa cadena, Cuatro con Eva Hache y compañía, Gabilondo, etc. El señor Sistach se ha tragado el discurso de la izquierda con anzuelo, plomada y casi la caña entera. Eso es lo que vienen denunciando desde hace años Federico Jiménez Losantos, César Vidal, Libertad Digital y poquitos más. Si los que somos de derechas adjetivamos de facha a uno que sea un poco más conservador que nosotros, hemos comprado el discurso de la izquierda. Si vamos pidiendo perdón por apoyar a Aznar, a Bush o a FJL, hemos perdido la batalla antes de comenzar a luchar. Si no somos capaces de rebatir las sandeces de la corrección política, creada a imagen y semejanza de la izquierda más reaccionaria, estamos acabados. De eso se trata. No crispamos nosotros, no crispa la Cope. Que yo recuerde, quien se echó a la calle en 2002, 2003 y 2004 sin muchos motivos más que desalojar al PP de Moncloa fue José Luis Rodríguez, un malnacido que ha confesado que la crispación le conviene. Somos nosotros los que estamos en el punto de mira. Nos machacan sin piedad constantemente, día tras día, por atrevernos a decir algo en contra del orden zapateril establecido. Lo explica muy bien Cromwell. Mª Antonia Iglesias y Enric Sopena creen en la libertad de expresión, salvo cuando atacan a sus amos y señores. ¿Censuraron el secuestro de la portada de El Jueves? Seguro que sí. ¿Y la subvenión a la obra «Me cago en Dios»? Seguro que también.

Y seguro que están de acuerdo con la libertad de expresión de Roberto Qumata, que hoy ha escrito una barbaridad en El Correo Gallego, llamando nazis a los israelíes, y IV Reich sionista a Israel. (Fuente) José Cohen analiza a fondo el artículo.

Era una bonita tarde de domingo...

domingo, 9 de marzo de 2008

Zapatero, por Mingote

Viñeta del 8 de marzo de 2008, publicada en ABC. Genial.

Contra el "todo vale"

CONTRA EL "TODO VALE"

Iñaki Ezquerra (Presidente del Foro de Ermua)


La Legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero ha sido la del “todo vale”. La consigna del “todo vale” ha llegado a crear en España no ya una doctrina política sino una verdadera subcultura que es profundamente antidemocrática y enemiga de la convivencia.

Una subcultura heredada inicialmente del nacionalismo vasco pero ya totalmente asimilada por el partido que nos ha gobernado durante los últimos cuatros años, que llegó al Gobierno gracias a ella y que pretende servirse de ella para perpetuarse en el Gobierno. Pero es preciso decir en voz alta que para obtener el poder en unas elecciones o mantenerse en el poder “no vale todo”.

No vale proponer a los demócratas el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo a la vez que se propone a los propios terroristas otro pacto. No vale acercarse a los terroristas cuando se está en la oposición y decirles que se les va a tratar mejor que lo que lo está haciendo el Ejecutivo que en ese momento gobierna. No vale invitar a los terroristas a que propicien ese cambio como sólo ellos saben hacerlo. No vale prometer a los terroristas ni a los independentistas, ni a los que son una cosa y otra al mismo tiempo, lo que no se puede prometer. No vale violar la jornada de reflexión de unas elecciones. No vale atacar las sedes del partido rival. No vale buscar votos entre la chatarra y los cadáveres de Atocha.

No vale responsabilizar al partido rival de un atentado terrorista por más que éste sea una respuesta a una determinada política que no juzgamos ni adecuada ni moral. No vale aliarse ni con los cómplices políticos del terrorismo ni con quienes pretenden la destrucción del Estado democrático español. No vale querer hacer pasar por respetables ni ideas ni ideologías antidemocráticas y totalitarias. No vale hacer de la izquierda un valor absoluto porque entonces se rompe la convivencia ya que quien no pertenece a la izquierda queda excluido del respeto que merece como demócrata y como ciudadano.

No vale hacer de la libertad otro valor absoluto. Porque no lo es. Porque, con ser un bien inapreciable y un derecho de toda persona, la libertad de uno debe estar limitada en su ejercicio por la libertad de los otros y viceversa. Porque hay muy pocos valores que puedan llamarse absolutos como pueda ser el de la vida, que indudablemente lo es aunque lo relativicen quienes, por otra parte y paradójicamente, absolutizan valores más relativos cuando no desechables como la secta política o la tribu étnica.

No vale llamar al otro gratuitamente “fascista” por un mínimo sentido de la propiedad del lenguaje, del uso adecuado tanto de los conceptos como de las palabras y porque quien desde un partido democrático hace un uso gratuito de ese vocablo coincide con los nacionalistas, o sea con quienes lo hacen desde el racismo y el totalitarismo sirviendo así a esa mala causa.

No vale el desprecio hacia una religión secularizada como el cristianismo cuyo discurso doctrinal ha sido fuente moral de la propia Ilustración y coincide con ésta incluso en las palabras que la Revolución francesa escribió con mayúsculas: Libertad, Igualdad y Fraternidad. No vale sembrar la división gratuitamente entre los españoles en materias vitales como la lucha antiterrorista.

No vale intentar dividir a las víctimas del terrorismo. No vale ningunear a las víctimas del terrorismo. No vale hacer sufrir a las víctimas del terrorismo. No vale estigmatizar a las víctimas del terrorismo. No vale insultar a las víctimas del terrorismo diciendo que están siendo manipuladas como si su tragedia las hiciera menores de edad en lugar de hacerlas dignas del mayor respeto y consideración y reconocimiento.

No vale omitir, silenciar, borrar las huellas y el recuerdo del asesinato cometido por ETA para que nadie se acuerde dentro de unos años de quiénes fueron los asesinos y por qué esa persona fue asesinada. No vale agredir a las víctimas del terrorismo diciendo que obstaculizan el camino hacia la paz y que ponen palos a las ruedas de la paz y demás cursiladas con las que se las convierte en dianas del odio de los fanatizados, los ciegos y los necios. No vale asistir a sus funerales para sacarse la foto electoralista mientras se está ignorando y ofendiendo a sus familiares en el propio cementerio y ante el difunto.

No vale traicionar la memoria y la ideología y los valores y la causa del compañero de partido asesinado. No vale hacer de la táctica publicitaria y mediática un absoluto y un valor moral. No vale utilizar la Justicia de un modo táctico y selectivo al servicio propio y de intereses puramente electorales. No vale excarcelar a asesinos y encarcelarlos caprichosamente, como si la Justicia fuera un instrumento de chantaje. No vale chantajear a los chantajistas con la Justicia cuando ésta debe ser aplicada para acabar con el chantaje, no para perpetuarlo.

No vale chantajear a los demócratas con multas por usar su libertad de expresión y reunión cuando se permite ilegítimamente expresarse y reunirse y manifestarse a los terroristas y a sus cómplices. No vale mirar hacia otro lado cuando los compañeros de otro partido democrático son puestos en la diana en las paredes de su barrio o cuando se les echa de un trabajo por defender una ideología y pertenecer a un partido perfectamente legítimos.

No vale suplantar a las víctimas del terrorismo presentándose uno como víctima de una tragedia que asoló a toda España hace setenta años y que dejó cicatrices en todos los hogares de España. No vale abrir las cicatrices en nombre de una falsa memoria histórica que no es más que selectiva e interesada amnesia. No vale decir una cosa y la contraria. No vale blandir los huesos de los muertos como si fueran garrotes para resucitar el viejo cainismo hispánico que habíamos superado.

No vale invocar la memoria histórica de los muertos de la Guerra Civil para sacarlos de las tumbas y hacer que sigan luchando sus esqueletos unos contra otros o contra los vivos. No vale hacer sufrir removiendo la memoria trágica de los vivos. No vale permitir que los asesinos y los cómplices de los asesinos insulten a infrinjan dolor a las víctimas del terrorismo en letras de canciones o poniendo a las calles los nombres de los asesinos o nombrando hijos predilectos a los asesinos.

No vale dejar que las nuevas generaciones jueguen en parques y plazas que llevan los nombres de los asesinos y que los tomarán por modelos de conducta a imitar. No vale negociar con quienes practican esas infamias. No vale negociar con quienes amparan esas infamias. No vale perseguir ni estigmatizar a un partido ni a un colectivo ni a unos ciudadanos que tratan de desterrar para siempre esas infamias de la vida española. No vale ser cómplice de la infamia nacionalista y del silenciamiento de las víctimas y del olvido.

No vale despreciar el esfuerzo de anteriores gobiernos en la lucha antiterrorista para presentarse como el gran pacificador. No vale rechazar frívolamente la experiencia y los logros de los otros en esa lucha. No vale haber permitido que resucitara el terrorismo.

No vale llevar la ominosa negociación con los terroristas al Congreso de los Diputados. No vale haber desobedecido incluso aquella resolución votada en el Congreso de los Diputados. No vale seguir negociando con terroristas después de un atentado mortal. No vale negociar nunca con terroristas. No vale mentir sobre los terroristas. No vale mentir nunca. No vale haber dado la razón o parte de la razón a la causa de los terroristas al convertirlos en interlocutores y haber ayudado a que crecieran en el País Vasco las plataformas y los colectivos y los partidos y las mesas del totalitarismo.

No vale renegar ante el nacionalismo vasco de los valores de la España democrática y de la España histórica. No vale despreciar quinientos años de Historia de una gran Nación. No vale saltarse todos los consensos de la Transición. No vale aliarse con socios que son los enemigos declarados de la democracia española. No vale remover los cimientos del modelo de Estado y de la Nación que nos han dado paz (la verdadera paz de la Constitución de 1978) y la auténtica prosperidad a los españoles así como respecto en el contexto internacional.

No vale socavar la unidad de los españoles. No vale socavar la igualdad de los españoles. No vale expulsar a un compañero del partido sólo porque tiene principios. No vale humillar a un compañero de partido al que ya le han humillado además los nacionalistas del modo más infame y más bajo, es decir recurriendo a la violencia física. No vale acabar con la democracia interna del propio partido con el lema del que se mueve no sale en la foto.

No vale hacer fotos de los serviles y los dóciles para presentarlos como los modelos civiles que no son ni serán nunca. No vale perseguir a todo lo que se mueve libremente. No valen los expedientes ignominiosos, las mentiras insidiosas ni las purgas neoestalinistas. No vale la mentira que ha sentado cátedra en esta Legislatura que ahora termina afortunadamente. No vale acosar a los candidatos de otros partidos ni dar lecciones a las acosadas ni presumir de saber contener el llanto cuando esas mujeres han demostrado un valor que es lo que hace posible que todavía quede algún resquicio de libertad en nuestra tierra.

No vale restar importancia a los incidentes inaceptables de una campaña electoral cuando son el resultado de una Legislatura que comenzó violando el derecho de los españoles a meditar tranquilamente su voto.


(Este texto de Iñaki Ezkerra fue leído en la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, el 27 de febrero, por varios miembros del Movimiento Cívico catalán y vasco así como publicado en la página web del diario La Razón el 6 de marzo de 2008. Lo suscriben entre otros Mapi Heras, Ana Velasco, Carmen Ladrón de Guevara, Nerea Alzola, Isabel Calero, Ana María Torrijo, Ariadna Hernández, Hermann Terstch, Fernando García de Cortázar, Josep March, Michelo Artiach, Íñigo Martínez de Pisón, Antonio Aguirre, Ignacio Arsuaga, María Victoria Longares y Alejandro Campoy)

Yo también lo suscribo.

Lo he tomado del blog (ojo: archivo PDF) de Manuel Molares, donde he llegado a través de Desde el Exilio.

Resumiendo...

Editorial de César Vidal del viernes 7 de marzo de 2008, el mismo día del atentado. Lo suscribo de pe a pa.





(Me lo ha pasado Spanish Expatriates, del foro Gracias Aznar)

sábado, 1 de marzo de 2008

Balbás también rompe con Zapatero

Llego ahora del acto de ruptura con Zapatero. Ha estado muy bien organizado, y ha sido entretenido y emotivo.

La organización, impecable. Una vez llegabas al hotel estaba perfectamente señalado hacia dónde tenías que ir para no perderte en la inmensidad del hall. He preferido no coger camiseta de "ADIOZ", porque estaba seguro de que no iban a tener de mi talla, y me he adentrado en el inmenso salón en busca de un sitio en el ubicarme. Cuando he llegado quedaban unos cuantos asientos libres, pero he optado por quedarme de pie detrás del todo (cosas de uno). Y en esas estaba, esperando a que comenzara el acto, cuando han aparecido un cámara y una chica con micrófono a preguntarme los motivos por los que rompía con Zapatero.

Al poquito, Alejandro Campoy, portavoz de yorompo.org ha dado comienzo al acto, donde se han alternado las intervenciones de los invitados con los vídeos promocionales que ya ha lanzado yorompo.org. Han estado presentes las víctimas, los afectados de Afinsa, los padres objetores de Educación para la Ciudadanía, los cristianos... representados en las figuras de Francisco José Alcaraz, Presidente de la AVT, Leonor Tamayo, primera madre objetora frente a EpC de Madrid, Paco Caja, Presidente de Convivencia Cívica Catalana, José Ramón Nieto, portavoz de los afectados del Fórum Filatélico, Francisco González, representando a las personas que profesan una religión cualquiera y están siendo sistemáticamente atacadas por Zapatero.

Pero la sorpresa de la tarde ha sido la intervención de José Luis Balbás, asesor de José Luis Rodríguez Zapatero durante cuatro años, los previos a su entrada a La Moncloa y también víctima de traición. Ha sido el más aplaudido. Era el final del acto y los asistentes ya estábamos entregados. Balbás, como nos ha recordado, fue quien aupó a Zapatero a la Secretaría General del PSOE durante el 35º Congreso. La consigna, por aquel entonces, era clara: "Que Bono no cruce el Tajo". Se unieron entonces diversas familias socialistas para dar el triunfo a José Luis Rodríguez Zapatero y él, una vez alcanzado el poder, los traicionó, comos se puso de manifiesto con el "Tamayazo", tras el que fue expulsado del PSOE.

Elentir, que tenía topos en el acto, se me ha adelantado con la noticia. Estos gallegos...

Por la convivencia, por la libertad

Rebelión cívica.

A continuación transcribo el manifiesto que han elaborado y firmado algunos de los periodistas de más renombre de España. Ni que decir tiene que suscribo cuanto allí se expone.


Por la convivencia, por la libertad

El próximo 9 de marzo nuestro país vivirá una nueva jornada de Elecciones Generales. Los abajo firmantes nos sentimos comprometidos con los ideales de libertad y convivencia pacífica que hicieron posible la Transición, y lo hacemos desde nuestra condición de ciudadanos, pero también desde la de testigos de excepción de las importantes transformaciones que nuestro país ha experimentado en su reciente historia. Por eso, cuando queda poco tiempo para que los españoles vuelvan a ser llamados a las urnas, nos sentimos obligados por ese compromiso para manifestar, desde la más absoluta independencia partidaria, las razones por las que consideramos la urgencia de un nuevo cambio político que devuelva a nuestro país el sentido común, la cordura y la serenidad necesarios para recuperar los consensos de la Transición y el espíritu cívico que la hicieron posible.

Creemos que la democracia se fortalece a través del diálogo y del disenso, no mediante la imposición de la mayoría sobre el resto de la sociedad. Cuando desde el poder se busca el conflicto con la otra parte, se pervierte la esencia de la democracia y los principios sobre los que la levantaron los padres del liberalismo moderno. La confrontación es el mayor enemigo de la libertad, porque termina anulando la voluntad de los ciudadanos y su capacidad de elección en condiciones de igualdad. La confrontación es el germen del inmovilismo y actúa como elemento paralizador del avance social, el progreso y el desarrollo. Por eso reclamamos la vuelta al espíritu de consenso sobre el que se edificó la Transición, así como la recuperación de las reglas del juego democrático que establecieron los cauces por lo que hasta ahora han discurrido tanto los acuerdos como los desacuerdos.

Creemos en el pluralismo político y en el profundo respeto a la diversidad de ideas y opiniones como cimiento mismo de la democracia, y por esa razón rechazamos cualquier acuerdo dirigido a la exclusión de una parte. Cuando se quiere construir el futuro sobre la base de la exclusión, se fomenta el odio y se vicia la convivencia pero, sobre todo, se alimenta el totalitarismo y se desvirtúa el fin último de la democracia, que es la libertad. Esta sociedad se merece mucho más que eso, merece recuperar esa fuerza espontánea que condujo a los españoles a la libertad, y que nació de una voluntad común de superación de los conflictos, frente a aquellos que abogaban por un modelo rupturista y excluyente.

Nuestra democracia refleja graves carencias que afectan directamente a los espacios de libertad: la personificación del poder, la burocratización de la maquinaria estatal, la tendencia del parlamento a no ser más que ostentador simbólico de la mayoría, la renuncia a las reformas necesarias para avanzar en el desarrollo económico, el empeño en manipular a los electores a traves de los medios públicos de comunicación, el control de la Justicia y la dependencia de los organismos de regulación y de las instituciones... Hoy los ciudadanos son testigos de cómo el poder se ejerce de modo arbitrario para imponer una determinada moral social basada en el relativismo, en la religión del todo vale y en la certeza de que el fin justifica los medios. Frente a eso, abogamos por una sociedad abierta en la que la relación entre el poder y los ciudadanos se entienda en el sentido de que el primero está al servicio de los segundos, y no los ciudadanos al servicio del poder; en la que el Gobierno existe para el pueblo, y no viceversa.

Creemos en una nación de ciudadanos libres e iguales, que fue la ambición que motivó a los liberales del XIX y a los padres de la Constitución de Cádiz. Iguales en derechos, e iguales en obligaciones. La búsqueda de la libertad exigió, en su momento, la apuesta por un estado descentralizado que se configuró en la España autonómica, pero nunca fue objeto de nuestra Constitución la idea de un estado plurinacional. Es necesario el retorno al consenso sobre el modelo de Estado, de tal manera que nunca una Comunidad Autónoma pueda crear agravios comparativos con el resto, consagrando así los principios de igualdad y solidaridad interterritorial que emanan de nuestra Carta Magna y salvaguardando al Estado de las tentaciones soberanistas.

Hoy, más que nunca, son imprescindibles las voces que se levantan para denunciar los excesos del poder y la arbitrariedad con la que este se ejerce sin respetar las reglas del juego democrático, tergiversando los principios esenciales de la democracia liberal. Voces que se opongan a que un Gobierno acepte negociar con terroristas y ponga concesiones políticas sobre la mesa a cambio de la paz. Voces que defiendan la dignidad de las víctimas y su memoria, y antepongan esa defensa a los intereses partidarios. De todos los riesgos que amenazan a la libertad, el terror es sin duda el peor de todos ellos. El terror es la expresión máxima del fanatismo y el camino inequívoco hacia el totalitarismo. Supone un ataque frontal al Estado de Derecho, y ceder a su chantaje es el camino más corto al desarme moral de la sociedad y a la pérdida de su libertad. Por eso la defensa de la libertad tiene una exigencia mayor, incluso, que la de la propia vida, porque no hay vida que merezca la pena vivirse en la esclavitud del totalitarismo.

El próximo 9 de marzo tenemos la oportunidad de volver a recuperar los principios y los valores que sirvieron para hacer política en la Transición. No basta con tener políticos eficaces: necesitamos que sean eficaces y éticos. La eficacia a secas conduce al relativismo moral y a la glorificación de que el fin justifica los medios, y acaba inevitablemente en la exaltación del pensamiento único. Los políticos amorales creen estar por encima de la ley y eso se traduce en un desprecio hacia las reglas esenciales del Estado de Derecho, con el consiguiente retroceso en las libertades individuales y los derechos fundamentales de los ciudadanos. Los abajo firmantes reclamamos la vuelta a una política basada en la tolerancia, el respeto y el diálogo, y la recuperación de los valores originales de libertad, limitación del poder y salvaguardia de los derechos individuales que hicieron posible la Transición, y fueron el fundamento de uno de los periodos de convivencia pacífica más fructíferos de nuestra Historia.

En Madrid, a 28 de Febrero de 2008

(Ante la avalancha de adhesiones, más de un millar en pocas horas, el administrador ruega a todos aquellos que quieran firmar el manifiesto que lo hagan única y exclusivamente enviando un correo a manifiestolibertad@gmail.com con el nombre y el DNI. El administrador se encargará de ir actualizando la lista de firmas a lo largo de los próximos días, por lo que rogamos paciencia. Muchísimas gracias a todos, porque la respuesta ha sido increible.)

FIRMANTES

Carlos Dávila, Carlos Rodríguez Braun, Isabel San Sebastián, Javier Somalo, Carmen Tomás, Miguel Gil, Alfonso Rojo, Antonio Jiménez, Isabel Durán, Alfredo Urdaci, Antonio Martín Beaumont, Román Cendoya, Ramón Pi, Pedro Aparicio, Manuel Ventero, Fran Blanco Argibay, Angela Vallvey, Juan Mato Rodríguez, Fernando Mendez Ibisate, Pedro Fraile, Consuelo Álvarez de Toledo, Juan Roldán, Jaime Gil Casares, Juan Fernández Vegue, Martha Colmenares, Federico Quevedo, Herman Terchst, Mamen Gurruchaga, Iñaki Zaragüeta, Pablo Izquierdo, Carmen Sastre, Jaime González, Carmen Morodo, Nicolás Rubio, José Antonio Vera, Gabriel Albiac, Toño Criado, José Javier Esparza, Isabel Giménez Simón, Andrés Martín Velasco, Rafael Rubio, Jenaro Castro, Rosario López Miralles, Diego Armario, Carmen Pinteño Núñez, Juan Luis Urcade Núñez, José Luis Palma Gámiz, Isabel García Milán, Antonio Hernández Wyteberg, Manuel Esteve Ulloa, Lorenzo Bernaldo de Quirós, Santiago Quevedo, Francisco Costas Verde, Jesús Fuentes Serrano, Ana María Vidal Abarca, Alfonso Basallo, Luis Losada, María Fernandez de Cordoba, María José Castro Plaza, Ángel Salazar Reina, Pilar Ferrer, Ricardo Oñate, Leonor Castro Plaza, Matías Jové Díaz, Julian Lago, Javier Cremades, Eduardo Sebastián Erice, Aurelio Alonso-Cortés Concejo, Rafael Miner, Ivan de Vargas


Y muchos más...

jueves, 14 de febrero de 2008

A Rodríguez se le cae la careta

Creo que fueron Gallego y Rey los que dibujaron a Rodríguez como a un ciervo, Bambi, al que le habían salido los cuernos, y resoplaba por la nariz. Fue en el Debate sobre el Estado de la Nación de 2001 ó 2002, no recuerdo bien. Sí recuerdo a un jefe de la oposición que pronunció un discurso lleno de lugares comunes, viejas consignas y muy mala leche. El Mundo le alabó, con El País, La Vanguardia y tantos otros. A mí me pareció un discurso vacío y bastante poco trabajado; será que no entiendo de política.

Aquél fue el metafórico disparo de salida del cambio de la política del PSOE en la oposición. Sin prisa pero sin pausa empezaron a tirar de la cuerda, ora con el Prestige, ora con una huelga general que no fue, convocada con motivos vacuos, ora con la guerra de las cuatro íes. Mientras, acusaban al Partido Popular de generar crispación. Je.


Se comenzaron a asaltar sedes del PP, y Zapatero NUNCA condenó esos ataques (tampoco los de ETA, pero ese es otro tema). Se empezó a utilizar un lenguaje agresivo, se comenzó a demonizar al adversario político, convirtiéndolo en enemigo. Esta labor no podía hacerla el PSOE sin ayuda; contó, cómo no, con la inestimable colaboración del Grupo Prisa a toda máquina, de Telecinco y de los titiriteros. Y de los nacionalistas, Pacto del Tinell mediante. También cabe mencionar el papel destacado de Aznar, más en el rol de esfinge que nunca.

El resultado: la gente estaba en su punto para que unos bombazos en Madrid cambiaran el signo de las elecciones.

En las últimas semanas, coincidiendo con el silencio sepulcral de los socios de gobierno nacionalsocialistas de Rodríguez, el PSOE se ha vuelto a echar al monte. Estamos en precampaña, sí, pero en el PP oigo propuestas, y en el PSOE, insultos hacia el PP. Y ha vuelto a ocurrir. Casi desgracian a María San Gil. Y este acto aberrante y digno de una sociedad podrida no ha sido condenado por ningún miembro del Gobierno de España (TM) Es más, en la televisión que pagamos usted y yo mal que nos pese, han calificado estos hechos de "protesta".

Y es que si unos sanos muchachotes han protestado contra María San Gil, será porque la muy pécora algo habrá hecho. O será porque el PP vuelve a crispar. Vamos, que eso es lo que opinan los chicos de las Juventudes Socialistas.

Pero yo, que soy un tío raro donde los haya, sigo pensando que quien crispa no es el PP sino la izquierda. Más que nada porque tengo ojos en la cara y orejas bajo las patillas de mis gafas. Y el Rodríguez, un tío majo donde los haya, me ha dado la razón. Joe, si sigue así va a conseguir que le vote y todo. Resulta que al PSOE le conviene que haya tensión. Tócate el níspero, que decía Campmany. Hasta un vídeo hay y todo.

Se demuestra, por tanto, que el PSOE busca la confrontación, la gresca, la violencia, demonizar al adversario, convertirlo en enemigo, dejarlo desprovisto de humanidad para que sea más fácil que se le odie, que se le ataque físicamente, que la turba se olvide de que vivimos en democracia. Quizá así tenga miedo y se aleje de la vida pública. Ésta es la verdadera cara del señor del talante. Ésta es la verdadera estrategia del PSOE. La conocíamos por sus obras, pero los acólitos del pensamiento único negaban la mayor. Predica hermandad, entendimiento, concordia. Mas siembra desprecio, odio, violencia.

José Luis Rodríguez Zapatero, eres un hijo de puta.



P.D.- Más comentarios en las casas de Daniel, Aquiles, Elentir y Dodgson.

domingo, 10 de febrero de 2008

ZP, ese hombre (XII)

Alegría! Je.

ZP, ese hombre (XI)

Por un gobierno de coalición entre el PSOE y el PP.

ZP, ese hombre (X)

Hacia el totalitarismo. Je.

ZP, ese hombre (IX) - Marketing Reloaded

Qué grande, Elentir. Qué grande.


ZP, ese hombre (VIII)

Yo rompo.



Apple...?

ZP, ese hombre (VII)

No tiene precio...

ZP, ese hombre (VI)

Je.

ZP, ese hombre (V)



Y, además, esto. Pena que los de Telecinco, no tengan delegación tan al sur... Lástima también que gobierne la izquierda. Si no, sería portada en todos los medios.

ZP, ese hombre (IV)

ZP, ese hombre (III)

ZP, ese hombre (II)