domingo, 26 de marzo de 2006

Catalanismos. Catalanidades.

He veraneado muchos años en Castellón. En la provincia más septentrional de la Comunidad Valenciana siempre se ha hablado el valenciano, mucho más en el litoral que en el interior. Y, desde que yo tengo memoria, nunca se han sentido especialmente localistas: eran españoles y valencianos, y no había necesidad de remarcar ese hecho, de afirmarlo constantemente, de señalarlo a la mínima ocasión. Era un hecho, y todos lo aceptaban, como las mareas o las tormentas de estío.

A mediados de los ochenta, en los pueblos al norte de la capital de la provincia (la ciudad de Castellón) se fue filtrando el gusanillo del catalanismo: la Comunidad Valenciana era una parte de Cataluña; siempre lo había sido y siempre lo sería. Este movimiento se fue expandiendo poco a poco hacia el sur; también hacia el este. Mientras, en Cataluña, los ideólogos del localismo editaban libros y elaboraban documentales con una idea: la natural existencia, desde siempre, de los países catalanes. Era asombroso. Los países catalanes abarcaban, por supuesto, Cataluña, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares. Posteriormente se han añadido condados del este aragonés, con la excusa de que hablan catalán. No se hacía (ni se hace) mención al Reino de Aragón; nunca existió. Es un mito.

Esto hizo que me asaltasen algunas dudas: ¿por qué no se conforman con Cataluña, con las cuatro provincias catalanas? ¿Qué necesidad tienen de "conquistar" nuevos territorios en contra de la voluntad de sus habitantes? ¿Eso no se contrapone frontalmente con la denuncia del imperialismo español de Madrid? Si es así, ¿por qué se acepta como algo natural? ¿Y dónde está la autocrítica para hechos como los de El Carmelo, la debilidad estructural de una de las torres del puerto olímpico, el despilfarro del Fórum o la corrupción de los gobiernos (antes de CiU, ahora del tripartito)? ¿Soy yo o es que Cataluña está podrida hasta sus mismas raices?

Desde que tengo uso de memoria recuerdo a los nacionalistas catalanes y vascos apareciendo en televisión quejándose amargamente de lo mal que los trata el estado español. Estoy convencido que esta actitud es la causante de que en España haya hoy tanta crispación, tanto nerviosismo, tanto egoísmo regionalista. Nos hemos olvidado de lo que es España, de lo que significa, de lo que hay detrás de las seis letras; de lo que trasciende a la bandera rojigualda. Y va a ir a peor.

Por eso entiendo la noticia que ha aparecido hoy en Libertad Digital. Me preocupa, me sorprende que suceda en un pueblo tan alejado de Cataluña, pero no deja de ser un síntoma más. Y hace tiempo que sabemos que el paciente está enfermo.

2 comentarios:

Pedro dijo...

Joan Fuster era català? Perquè la idea de PPCC és seva.
No cal amagar la veritat.
D'altra banda, no sé quina mania persecutòria teniu contra els pocs valencianistes que us porta a la violència extrema. guillem Agulló n'és un exemple:
http://www.antiblavers.info/pages/galeria.php?cust_size=&album=violencia/

Dwight dijo...

No sé quién es Joan Fuster; tampoco Guillem Agulló. No te preocupes, que me informaré sobre ellos y te acabaré dando una réplica adecuada.

Lo que quería expresar en el post es lo que he visto, vivido en los últimos años, sin apuntar a nadie; sólo narrar brevemente el cambio, la evolución que ha experimentado la Comunidad Valenciana. Y que, en mi opinión, es una evolución a peor.