martes, 28 de marzo de 2006

Algo de Hammett

Aquella noche Nora no pudo conciliar el sueño. Estuvo leyendo las memorias de Chaliapin hasta que empecé a quedarme dormido, y entonces me despertó al preguntarme:
-¿Estás dormido?
Le dije que sí.
Encendió un cigarrillo, me lo dio y encendió otro para ella.
-¿Nunca se te ha ocurrido volver a hacer de detective de cuando en cuando , nada más que por diversión? Quiero decir, cuando ocurre algo especial como lo de Lindb...
-Cariño, mi teoría es que Wynant la mató y que la Policía le cogerá sin necesidad de que yo los ayude. En cualquier caso, no tiene nada que ver conmigo.
-No quise decir sólo eso, pero...
-Además, no tengo tiempo. Estoy demasiado atareado cuidando de que no pierdas el dinero por el cual me casé contigo -la besé-. ¿No crees que si te tomaras un trago te ayudaría a dormir?
-No, gracias.
-Puede que te ayudara a hacerlo si me lo tomara yo.
Cuando volví con mi whisky a la cama encontré a Nora frunciendo el ceño al vacío.
Es mona, pero anda mal de la cabeza -le dije-. No sería hija de su padre si estuviera cuerda. Es imposible saber hasta qué punto lo que dice es lo que piensa, ni hasta qué punto ha ocurrido lo que piensa. Me gusta la chica, pero creo que te estás metiendo en...
-Yo no estoy segura de que me guste -dijo Nora pensativamente-. Probablemente es un bichejo; pero aunque sólo la cuarta parte de lo que nos dijo sea verdad, está en un buen lío.
-Yo no puedo hacer nada para ayudarla.
-Ella cree que sí.
-Y tú también, lo cual viene a demostrar que no importa qué sea lo que pienses, siempre encontrarás a alguien que estará de acuerdo contigo.
-¡Ojalá estuvieras un poco menos borracho para poder hablar contigo! -suspiró Nora. Se inclinó hacia mí para beber un sorbo de mi vaso-. Si me das mi regalo de Navidad ahora, te daré el tuyo.
-Con el desayuno -dije, sacudiendo la cabeza.
-Pero ¡si ya es Navidad!
-Con el desayuno.
-Lo que sea que me vas a regalar -dijo-, espero que no me guste.
-Pues tendrás que quedarte con ellos de todos modos, porque el hombre del acuario me dijo que de ningún modo admitiría la devolución. Me dijo que ya se habían comido la cola de...
-No te costaría ningún trabajo ver si la puedes ayudar, ¿no te parece? Tiene tanta confianza en ti, Nicky.
-Todo el mundo se fía de los griegos.
-Por favor.
[...]


Inicio del capítulo 5 de "El Hombre Delgado", de Dashiell Hammett.

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