Lo cierto es que se ha creado una inmensa paradoja. Porque viene a humillar al Zapatero padre un Zapatero hijo, tan radical en sus fines como en sus métodos —de los que mucho se hablará en estos próximos meses—, pero mucho más valiente que el tramposo leonés. Tomás Gómez ha demostrado que tiene cuajo de líder. Y desde luego un coraje que debería avergonzar a todos los socialistas destacados que podrían haberse enfrentado a Zapatero para impedir algunas de sus tropelías contra la sociedad española. Nos habría ido mejor a todos si en esa ejecutiva sumisa hubiera habido unas cuantas voces dignas que le hubieran dicho a Zapatero que su política era un suicidio a plazos pero no sólo para el partido sino para este país que no quiere suicidarse.Leedlo entero.
martes, 5 de octubre de 2010
Tertsch sobre la victiria de Tomás Gómez
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