jueves, 14 de octubre de 2010

Sobre los abucheos del 12 de octubre

El pasado martes 12 de octubre celebramos el Día de la Hispanidad, con el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas. Este año el palco de autoridades estaba situado en la Plaza de Lima, y las vallas tras las que debían aguardar los espectadores estaban situadas bastante lejos de él. Ello no impidió que hubiese abucheos generalizados (contra Rodríguez y su Gobierno), y que éstos se convirtieran en protagonistas del desfile. A diferencia de otros años, no se instalaron pantallas gigantes para que el público pudiera seguir con más facilidad el acontecimiento. La consecuencia fue que los abucheos continuaron incluso durante el homenaje a los soldados caídos, lo que ocasionó incluso la protesta de la Corona.


Me parece lamentable que se abuchee al Presidente del Gobierno durante la celebración más importante del año. Detesto a Rodríguez y pienso que es el peor presidente que hemos tenido, y que por su culpa y por su falta de escrúpulos estamos enfangados en esta crisis económica, institucional y social. Considero reprobable que no se deje ver en actos públicos (a pie de calle, vamos), por miedo a los abucheos, pero no creo que se deba estropear una celebración como la del día 12 con abucheos, pitidos y protestas.


Más patético aún me ha parecido la respuesta del Gobierno diciendo que han sido grupos de extrema derecha, como si el españolito medio no estuviese hasta los pelendengues de la panda que nos lleva de cabeza al precipicio. Y es especialmente ruin Carmen Chacón, quien después de la pitada ha propuesto la aprobación de un protocolo para evitar abucheos en el futuro. Esta es la que decía, no mucho ha, aquello de  "Todos somos Rubianes" (en apoyo del actor que literalmente se cagó en la puta España y en la madre que la trajo); me pregunto si ahora Leire Pajín saldrá a desautorizar a la Ministra de Defensa para recordarle que "no se debe legislar en caliente", como dijo cuando la opinión pública pidió cambiar la Ley del Menor tras casos como el de Sandra Palo. Me pregunto qué habrían dicho y hecho (porque no andan con remilgos como el PP) si hubiesen estado en el Gobierno los días 12, 13 y 14 de marzo de 2004 y las sedes del PSOE hubiesen sido asaltadas como lo fueron las del PP... (por cierto, ¿dijo algo el Rey sobre los asaltos a las sedes del PP el 14 de marzo de 2004? ¿Y sobre los ataques que sufrieron las sedes durante 2003 y 2004? Pues va a ser que no...)


Hoy escribían a propósito de los abucheos Hermann Tertsch e Ignacio Ruiz Quintano en ABC:
Respeto piden, quienes traen escondidos y con nocturnidad a soldados españoles muertos en una guerra que dicen no existe. Respeto piden quienes llevan años ciscándose en las creencias religiosas de más de media España. Los socios y cómplices de quienes queman la bandera y aterrorizan a quienes la llevan. Quienes ayudan a perseguir a la lengua española, pisotean las tradiciones e incitan a la violencia contra los discrepantes. Quienes llamaron a asedios a las sedes de otro partido. Piden respeto, quienes difamaron a las víctimas del terrorismo, quienes pactaron con ETA para no ver atentados ni robos de pistolas donde los había y nos mintieron y siguieron negociando con los terroristas con muertos y sin ellos. Esos, nos piden ahora respeto.
Ignacio es más crítico con el españolito medio:
Hay que ver cómo se ha puesto el centrismo zen por unos pitos a Zapatero en la Fiesta Nacional, que, por votación de los toreros, ya no son los toros, sino los legionarios. Si el centrismo zen frecuentara los toros, sabría que esos pitos a Zapatero no van a ninguna parte. ¿O qué cree el centrismo zen que son los españoles? «El pueblo español está acostumbrado a ver los toros desde la barrera, a camorrear en los tendidos, y de aquí no pasa...», escribe Ramón Pérez de Ayala en su pequeño ensayo sobre Don Tancredo, verdadero patrón laico de España, el país de los parados. O de los «oferentes de empleo», como quieren los socialistas que se diga, cuando en España, antes de los socialistas, oferentes, lo que se dice oferentes, no había sino las vulvas de los poemas del poeta verdadero. ¿Se nos va a venir abajo Zapatero por unos pitos? ¿Qué clase de nenazas nos estarían gobernando?
Merece la pena leer las columnas enteras.

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