lunes, 14 de julio de 2008

Totalitarismos. Educación

Dos entradas destacan hoy en Red Liberal: una, de Carmelo Jordá defendiendo el derecho de una persona a ponerse una prenda de vestir nazi (en concreto una gorra) siempre y cuando no se utilice para hacer apología de tan nefasto régimen. Contrasta la alarma social que esto provoca con la tranquilidad con la que aceptamos la simbología comunista, que ha provocado más muertos y más miseria allí donde ha imperado:
Por otra parte, no deja de sorprenderme la alarma que provoca la aparición pública de cualquier cosa relacionada con el detestable régimen nazi y la complacencia con el uso en cualquier circunstancia de simbología, imágenes y personajes del único régimen que ha superado a hitlerismo en vileza: el comunismo. Todos nos ponemos a correr si vemos la gorra de Lemmy pero ni el tato dice nada de la variada 'memorabilia' comunista que luce todo quisque o de los graciosos que aparecen hasta en actos públicos con camisetas de genocidas como Mao o Ho Chi Min o la típica del asesino Guevara.

Incluso hay partidos perfectamente legales que utilizan como símbolo la hoz y el martillo que lucían los asesinos de unos 100 millones de seres humanos y, encima, van por ahí de defensores del pueblo y de la democracia. Claro, que así les va (pero peor les debería ir, que conste).

La otra entrada la escribe Manuel Molares do Val, quien denuncia la hipocresía de los socialistas, al apoyar la enseñanza privada por ser ésta más eficaz y más barata:
[L]a principal ponencia sobre educación que se presentará en el próximo congreso del Partido Socialista de Madrid (PSM-PSOE) advierte que la escuela concertada no perjudica a la pública y que puede cooperar con ella.

Y tanto: hay comunidades socialistas como la andaluza en las se ha comenzado a pagarle a los profesores de la privada, contratados a dedo por los colegios, lo mismo que a los de la pública, que obtienen plaza por oposición y está obligados a promocionarse cambiando destinos.

Aunque los profesores de la privada tienen menores ventajas sociales que los funcionarios de la enseñanza pública, por lo que, aunque cobren igual, siempre resultan más baratos.

Y parece cierto también que en la privada hay mayor disciplina y los alumnos, intimidados, se esfuerzan más y abandonan menos los estudios.


También señala un hecho que refuta que la política del PSOE sea más social:

Debe recordarse que en España se está reduciendo la inversión relativa en educación: si en 2000 representaban el 4,28 por ciento del PIB, en 2007 fue del 4,23, siendo la media de la UE del 5,03.

Ahora resulta, nadie lo diría, que con Aznar se destinaba más proporción del PIB a la educación que con Zapatero.


No dejen de leerlos enteros.

No hay comentarios: