Tras conocer la sentencia por el juicio del 11-M, Federico Jiménez Losantos mostró su desacuerdo con la misma y, en su programa radiofónico, empezó a tratar con muy poca simpatía al magistrado Gómez Bermúdez, dando a entender que le había engañado. Aunque estoy acostumbrado a las peroratas y salidas de todo del locutor, no acababa de comprender su animadversión hacia el juez que tanto decía admirar unos meses atrás. Hol lo ha explicado en su programa radiofónico, a eso de las diez menos diez.
FJL ha desvelado que, durante la vista oral, Gómez Bermúdez le citó a la Audiencia para hablar con él. Federico acudió con Ignacio Villa («mejor llevar un testigo en estos casos») a la cita. En ella, el magistrado le explicó, a petición de Losantos, que tenía pensado procesar a los policías que habían cometido perjurio. El "momento procesal" sería la sentencia. De esa forma quedaba asegurada la continuidad de la investigación por la masacre del 11 de marzo.
La semana pasada se dictó sentencia, y ningún policía ha sido acusado de perjurio, pese a las contradicciones evidentes en sus testimonios. El magistrado jugó sus cartas muy requetebien, pero con esa sentencia perdemos todos. Algo huele a podrido. Y no en Dinamarca, precisamente.
martes, 6 de noviembre de 2007
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2 comentarios:
No se que tal juez es Bermúdez pero ha demostrado ser un gran funambulista.
Sí, ha mantenido el equilibrio entre todos, pero me pregunto si se ha hecho justicia.
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