Pues resulta que un señor que habita por Córdoba y que imparte Educación para la Ciudadanía ha dicho a sus alumnos de TRECE años que la zoofilia mola mogollón, y la ha equiparado al sexo entre humanos. ¡Toma ya! ¿Se puede ser más moderno? Seguramente no, ni tampoco más gilipollas. Dado que los amantes de lo multiculti están creciendo como champiñones, propongo que volvamos al medioevo, o antes aún, y que un jurado popular juzgue a este mamarracho. ¿Qué pena sería la óptima? ¿Sodomización repetida por parte de equinos? ¿Lapidación? ¿Escuchar los discursos de Zapatero, Pajín y Blanco durante los próximos diez años de su vida (me ha costado no agregar, delante de "vida", un sonoro epíteto. Lo dejo a su elección)?
La noticia, aquí.
Los artículos al respecto de Pablo Molina y de José Antonio MArtínez-Abarca, aquí y aquí, respectivamente.
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