Hace unos meses un helicóptero tipo Cougar del ejército español se estrelló, resultando muertos todos sus tripulantes: 17 personas. La versión oficial aseveraba que se trataba de un accidente provocado por el fuerte viento y la difícil orografía de la zona.
Los documentos oficiales, a los que tuvo acceso la Cadena COPE, contradicen la versión oficial. En dichos documentos se recogen las declaraciones del piloto del segundo helicóptero, quien señala como causa del accidente un ataque. Esta información ya había llegado a mis oídos, si bien de manera extraoficial (imposible de demostrar, por tanto).
Y ya está el lío armado. ¿Por qué miente el Gobierno? ¿Por qué ha mentido José Bono? Podría escribir cientos de líneas, pero me quiero centrara en un motivo: la ruptura del consenso en la política de defensa.
En 2002 todos teníamos más o menos claro que el sucesor de Aznar ganaría las elecciones. La economía iba viento en popa, la corrupción era cosa del pasado, ETA estaba contra las cuerdas y disfrutábamos de una posición más bien privilegiada en la escena internacional. En el PSOE se plantean qué hacer para desgastar al Gobierno, y José Luis Rodríguez se echa a la calle.
Se agarró al Prestige como a un clavo ardiendo (el PSOE y todos los medios de la izquierda -recuerdo con bochorno la retransmisión de las campanadas de Nochevieja desde Muxía que hizo Telecinco, buscamos la verdad, en diferido) y después, a la guerra de Iraq. Y es ahí donde se produce el punto de inflexión. La guerra de las cuatro íes fue la piedra angular (parafraseando a Eva Hache diré: ¿lo cogen?) de la oposición desde entonces. Y lo que le valió la victoria a José Luis en última instancia.
La política de defensa se suele pactar entre los dos grandes partidos nacionales. Y, en caso de que ocurran eventos más o menos imprevistos, la oposición se mantiene leal al Gobierno. Así ocurrió con las guerras en las que habíamos participado anteriormente: la del Golfo en 1991 y la de Kosovo a finales de los 90, principalmente. La invasión de Iraq no es sino la conclusión de la guerra de 1991, a la que acudimos de la mano de Felipe González Márquez. Pero se vio en ella una oportunidad de oro para desgastar al Gobierno, instalándose en la oposición una cultura del "todo vale" y elevando la crispación hasta límites nunca alcanzados. La ruptura con la línea defendida por el Gobierno de Aznar era un hecho.
Tras la victoria en las urnas del 14 de marzo José Luis Rodríguez continúa en sus trece, una política exterior opuesta a la del anterior Gobierno, y retira las tropas españolas de Iraq. Nuestros soldados estaban junto con americanos e ingleses en los puestos de comandancia. La retirada supuso un retraso considerable de los planes de control del antiguo feudo de Sadam Hussein, con el consiguiente cabreo de los norteamericanos (cancelación del contrato de reparación de la sexta o séptima flota, entre otras: Izar, adios muy buenas). La paz era lo más importante; el ejército servía para ayudar a la gente, no para matarla (el concepto de defensa no lo han asimilado del todo, me parece). Así, en un delirio de populismo, José Bono llegó a porponer eliminar la palabra "guerra" de nuestra Constitución.
Ante esta situación, la actual oposición no se ha visto motivada para unirse a la política de defensa de este Gobierno. Y, cuando un helicóptero del ejército español que se encontraba destacado en Afganistán en misión humanitaria sufre un accidente, el Ministro de Defensa no puede sino decir que lo ha tirado una ráfaga de viento. Porque, de tratarse de un ataque, el Gobierno quedaría con las nalgas al aire.
Si se confirma que José Bono ha mentido no le quedará otra opción que presentar la dimisión. Y adios a sus aspiraciones monclovitas; los catalanes habrían conseguido su vieja aspiración: que Bono no cruzara el Tajo. Pero esa es otra historia.
Voy a seguir este asunto sobre todo a través de Telecinco, que a buen seguro le dan mucha cobertura porque ellos buscan la verdad y tal.
lunes, 13 de febrero de 2006
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3 comentarios:
Siguen afirmando que no fue un accidente....
No, no lo fue. Nos enteraremos cuando otro partido gane las elecciones. O no.
No creo!! Esas cosas no interesan...recuerda que "aquello para nstros no es una GUERRA" (o eso dicen)
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