viernes, 18 de enero de 2008

Resumiendo

Han sido unas Navidades un tanto extrañas, marcadas por el abundante trabajo, recuerdos variados y casi todos dolorosos, la pérdida de dos de seres queridos y cierta conciencia de transición, que no se acaba de plasmar en nada concreto.

El blog nunca ha tenido un ritmo trepidante; en realidad, leo muchísimo (aunque antes leía mucho más) pero no me parece que pueda aportar nada novedoso o “valor añadido” alguno a lo que ya leo por ahí. He llegado a un punto en el que tiendo a informarme más por los blogs que por los medios de comunicación tradicionales, pues el sesgo que adoptan me provoca una pereza tremenda a la hora de desentrañar lo que me están comunicando.

Me gustaría tener el ánimo de otros ilustres bloggers, e indagar en los medios de comunicación extranjeros en busca de noticias contrastadas que llevarme a la boca, para luego compartirlas en la red. Pero la carne es débil, el trabajo excesivo (soplan vientos de cambio, como he comentado anteriormente) y el tiempo y el ánimo, escasos.

El post de José Carlos Rodríguez «Blogocrisis» (que a su vez hacía referencia a otro sobre el mismo tema) vino a definir lo que estaba sintiendo desde hacía unas semanas. Yo me consuelo leyendo, pero en papel, para al menos mantenerme alejado de una pantalla un par de horas al día. Me cuesta horrores leer una novela cuando llego a casa, pero me estoy obligando, en cierta medida, para no caer otra vez en el pozo de la adicción al trabajo, o lo que coño sea. Me he propuesto el reto de los 50 libros anuales de Pedro Jorge. No sé si llegaré a la mitad, siquiera, pero al menos me esforzaré por mantener un ritmo de lectura continuado. Procuraré comentar los libros que lea por aquí.

Al final no ha hablado de las amenazas al padre de Mary, ni de la citación judicial de Luis, ni de la censura que ha sufrido Rutger, ni del nuevo blog de AMDG, La Yihad en Eurabia, donde sigue a buen ritmo (aunque Noticias de Eurabia sigue en marcha de la mano de diego1212), ni he agradecido las felicitaciones de tantos…

De Gallardón, Pizarro, las mentiras de ZP y demás ya habrá tiempo para hablar.

2 comentarios:

AMDG dijo...

Gracias Dwight. En efecto, a veces el bloguero puede caer en crisis, especialmente si tiene el propósito de influir: ¿sirve para algo lo que hago?, se pregunta.

Yo creo que sí; en todo caso hay cosas que se hacen por oblogación.

Un saludo

Towar dijo...

"Si tú caes, caemos todos".

Aplícate el cuento.