No tenía prueba alguna de esa atrocidad, hasta que he leído este post de Gustavo de Arístegui, donde señala que:
El pasado 27 de julio intervine por última vez en "Herrera en la Onda", programa plural, moderado y crítico con los disparates y excesos ultra-radicales del presidente del Gobierno socialista de España. [...] Yo llevaba dos años en el programa, y es evidente que la presidencia del Gobiero, representada por el secretario de Estado de Comunicación Sr. Moraleda, hizo todas las gestiones necesarias para que se prescindiera de una voz crítica de la oposición del PP. [...] El Sr. Moraleda y el presidente del Gobierno tienen unos tics totalitarios propios de la más terrible censura de dictadura bananera y totalitaria por haber exigido mi salida de un programa de radio (junto a la de otros críticos del disparate zapateril, como Román Cendoya, César Alonso de los Ríos o incluso el moderado y sensato Bieto Rubido).(énfasis no añadido)
[...]
Carlos Herrera y Javier González-Ferrari nos defendió. En consecuencia cabe preguntarse, ¿quién desde una empresa privada se pliega a las presiones de un Gobierno que no respeta ni un segundo la libertad de expresión?
No es español y manda mucho en el grupo en cuestión, y tendrá que vivir con esa decisión en su conciencia, la vergüenza acaba alcanzando a casi todo el mundo.
Esta mañana he escuchado en programa de Herrera. En la presentación de los contertulios, cuando le ha llegado el turno a Bieto Rubido, Carlos Herrera ha dicho «encantado de escucharte de nuevo». Ha sido el único contertulio al que le ha dedicado una frase de aprecio. Me ha extrañado, pero no le he dado mayor importancia. Ahora sé el motivo.
Quizá lo que sucede es que José Luis Rodríguez Zapatero tiene un dossier sobre aquel que no es español y manda mucho en el grupo en cuestión... Creo que pronto sabremos de quién se trata.
Mientras, talante, mucho talante.