lunes, 27 de octubre de 2008

Hay que hacer algo. Inmediatamente.

He sido consciente de la voracidad del nacionalismo desde que he tenido uso de razón, ya que las temporadas que pasaba en el levante español me permitieron ver los pequeños pasos que iba dando, abarcando cada vez más poder, y desembocando éste último en más ansias de poder. Como ilustra Robert Kagan, el deseo de poder y su visión de su situación en el mundo no son inmutables, y varían en función de lo poderosa que sea su economía, su ejército, su diplomacia, etc. Así, si una nación eminentemente pacífica ve crecer espectacularmente su economía, es probable que desarrolle un ejército que garantice que ese comercio será fructífero (como por ejemplo hicieron los romanos o los españoles).

Un razonamiento similar se puede aplicar a los nacionalistas. La suya siempre ha sido una política de máximos, pero diciendo que no era así. Y sólo los ciegos voluntarios creían a pies juntillas lo que aquéllos decían.

Hoy, con el Estatuto de Cataluña aprobado por las Cortes y en vías de ser recortado por el Tribunal Constitucional (no albergo demasiadas esperanzas, pues ese mismo tribunal declaró constitucional la Ley de Igualdad, que establece que un varón es más culpable que una mujer ante la ley: discriminación por razón de sexo), con un representante del PSOE que anuncia de medio lado su propio referéndum de autonomía para el País vasco y con unos canarios que dicen que ellos no son España (Mojamé se está frotando las manos. Hay que ser MEMO para aprobar algo así), estamos al borde de una catástrofe, y encima con la crisis económica y financiera encima.

Lo más triste es que son los políticos, que viven al margen de nosotros, al margen del pueblo, al margen de los ciudadanos que contribuimos a mantener esto en marcha con nuestro esfuerzo, con nuestro trabajo y con nuestros impuestos (tenemos una presión fiscal cercana al 50%, no lo olvidemos), quienes se han inventado todo este lío monumental. Porque yo no veo al catalán medio pidiendo que se margine al catellano en las aulas. No veo al catalán medio pidiendo que la Generalidad edite libros en los que se dice que Los Países Catalanes están compuestos por las Baleares, la Comunidad Valenciana y Cataluña; no veo al catalán medio pidiendo que se le niegue el agua a Valencia. Y lo mismo para aragoneses, gallegos, canarios, valencianos, mallorquines, etc.

Quizá alguno piense: «sí que contribuye: con su silencio.» Ahí voy. En España no sabemos lo que es la Democracia, con mayúsculas. Votamos en su momento una Contitución, que fue un apaño para no darnos de tortas otra vez los unos contra los otros. Y bien que nos ha ido. Pero algunos, los listos de la clase, aquellos a los que se les concedieron ciertas prebendas (véase, catalanes y vascos) estiraron la goma tanto que se ha roto, y ahora cada una de las quince Comunidades Autónomas restantes quiere la suya. Y mucho ya la tienen.

Se multiplican cargos y presupuestos. Todos procuran ordeñar la máxima cantidad de leche de la vaca España, en un alarde de picaresca. Pero la vaca está enferma, moribunda. Y a nosotros, la vaca,;a nosotros, el pueblo; a nosotros, los ciudadanos, nos da lo mismo. Acaso demasiado preocupados por la derrota del Madrid.

La Democracia, con mayúscula, supone una responsabilidad de los ciudadanos para con su país. La Democracia, con mayúscula, supone arrimar el hombro y movilizarse contra lo que no nos gusta. La Democracia, con mayúscula, supone fiscalizar a nuestros gobernantes, exigiéndoles que no mientan, que cumplan sus promesas, que asuman la responsabilidad de sus actos y de sus palabras. La Democracia, con mayúsculas, supone la separación de los tres poderes. La Democracia con mayúsculas, nos obliga a todos en cuanto ciudadanos libres e iguales ante la Ley.

Es hora de hacer algo. Es hora de movilizarse. La casta política que nos gobierna ha demostrado sobradamente que no busca soluciones ni mejorar el país sino enriquecerse y mantenerse en el poder. No responden por sus actos, ni por sus mentiras, ni por sus contradicciones. Y aquí no pasa nada.

Pues bien, yo digo ¡HASTA AQUÍ! Es la hora del pueblo. es la hora de los ciudadanos. Es la hora de aparcar ideologías absurdas y trasnochadas. Es la hora de asumir nuestra responsabilidad. Es la hora de dar un paso adelante.

Ahora sólo hay que saber cómo.

sábado, 25 de octubre de 2008

Garzón, por Mingote

Y es que este hombre está haciendo muchas barbaridades...


Tiempo al tiempo...

Respeto internacional

Al hilo de lo que comenté ayer sobre nuestra voluntad para ser una gran potencia, traigo un par de extractos del último libro de Robert Kagan, El retorno de la historia y el fin de los sueños (que lo adquirí en la última Feria del Libro de Madrid).

Cuando Putin calificó el derrumbe de la Unión Soviética como «la mayor catástrofe geopolítica del siglo», sorprendió al occidente liberal, pero tocó la fibra sensible de los rusos. No es que anhelen el regreso del comunismo soviético -aunque se ha producido una notable resurrección incluso de la reputación de Stalin-. Es más bien que añoran la época en que Rusia era respetada por todos y capaz de influir en el mundo y de salvaguardar los intereses de la nación.
[Páginas 30 y 31]

La economía de China, en auge, no sólo la ha involucrado en los asuntos mundiales. Ha dado al pueblo chino y a sus líderes una nueva confianza, un orgullo nuevo y una sensación no infundada de que el futuro les pertenece. Su recién adquirida pericia económica ha hecho revivir viejos sentimientos de lo que los estadounidenses llamarían destino manifiesto, una creencia profundamente arraigada según la cual China fue en el pasado y volverá a ser una fuerza esencial en el mundo. Durante más de un milenio China fue la potencia dominante en Asia, la única civilización desarrollada en un mundo de bárbaros, el centro de su propio universo, el Reino Medio tanto espiritual como geopolíticamente. A principios del siglo XIX los chinos se vieron derrotados, «dejados al margen» de un mundo repentinamente eurocéntrico. El «siglo de humillación» que vino a continuación resultó tan vergonzoso porque la caída de China se produjo desde una altura gloriosa.
Hoy los chinos creen que la antigua centralidad de su país, convenientemente adecuada a los tiempos y a las circunstancias, puede, debería y acabará siendo restaurada. Cada vez con mayor asiduidad contemplan su pasado imperial buscando directrices para el futuro.
[Páginas 46 y ss.]


A continuación narra cómo el cada vez mayor poderío económico está impulsando el crecimiento de su inversión en el plano militar. Dentro de unos años habrá tres grandes potencias: EE.UU., la Unión Europea y China.

Lo que me gustaría resaltar es que tanto rusos como chinos, y no hablo sólo de sus dirigentes sino también del pueblo llano, quieren ser respetados en el mundo. Pero no sólo eso: quieren poder influir en el mundo, en las decisiones que se tomen a nivel mundial, quieren que sus intereses sean defendidos. Nos reímos de la Grandeur francesa, pero tienen una de las diplomacias más eficaces del mundo, y un gasto militar notable, además de programa espacial propio. Aquí se rieron de Aznar con ganas, destrozaron su legado, se hicieron amiguísimos de Castro, Chávez y los Kirchner y ahora queremos jugar en la liga de los grandes. De la noche a la mañana. Pues oiga, como que no.

Necesitamos las mentiras


-Muy bien -dijo Susan-. No soy tonta. Me estás diciendo que los humanos necesitan... fantasías para hacer la vida soportable, ¿no?
¿DE VERAS? ¿COMO SI FUERA UNA ESPECIE DE PÍLDORA ROSA? NO. LOS HUMANOS NECESITAN LA FANTASÍA PARA SER HUMANOS. PARA SER EL PUNTO DONDE EL ÁNGEL QUE CAE SE ENCUENTRA CON EL SIMIO QUE SE ALZA.
-¿Hadas de los dientes? ¿Papá Puerco? ¿Pequeñas...?
SÍ. A MODO DE PRÁCTICA. HAY QUE EMPEZAR APRENDIENDO A CREER EN LAS MENTIRAS PEQUEÑAS.
-¿Para que podamos creer en las grandes?
SÍ. LA JUSTICIA. LA COMPASIÓN. EL DEBER. ESAS COSAS.
-¡No son lo mismo en absoluto!
¿ESO CREES? ENTONCES COGE EL UNIVERSO Y MUÉLELO HASTA QUE NO SEA MÁS QUE UN POLVILLO FINO Y PÁSALO POR EL MÁS FINO DE LOS TAMICES Y ENTONCES ENSÉÑAME UN SOLO ÁTOMO DE JUSTICIA, UNA MOLÉCULA DE COMPASIÓN. Y SIN EMBARGO... La muerte hizo un gesto con la mano. Y SIN EMBARGO ACTUÁIS COMO SI EXISTIERA UN ORDEN IDEAL EN EL MUNDO. COMO SI HUBIERA UNA... UNA CORRECCIÓN EN EL UNIVERSO POR LA CUAL ESTE PUEDE SER JUZGADO.
-Sí, pero la gente tiene que creer en eso, de otra manera qué sentido tiene...
EXACTAMENTE LO QUE YO DECÍA.
Ella intentó ensamblar sus pensamientos.
HAY UN LUGAR DONDE DOS GALAXIAS LLEVAN COLISIONANDO UN MILLÓN DE AÑOS, dijo la Muerte, sin venir a cuento de nada. NO INTENTES DECIRME A MÍ QUE ESO ESTÁ BIEN.
-Sí, pero la gente no piensa en esas cosas -dijo Susan.
CORRECTO. LAS ESTRELLAS EXPLOTAN, LOS MUNDOS CHOCAN, APENAS HAY SITIOS EN EL UNIVERSO DONDE LOS HUMANOS PUEDAN VIVIR SIN CONGELARSE NI FREÍRSE, Y SIN EMBARGO TÚ PIENSAS QUE UNA... UNA CAMA ES UNA COSA NORMAL. ES EL MÁS ASOMBROSO DE LOS TALENTOS.
-¿Un talento?
OH, SÍ. UN TIPO MUY ESPECIAL DE ESTUPIDEZ. CREÉIS QUE EL UNIVERSO ENTERO ESTÁ DENTRO DE VUESTRAS CABEZAS.


Terry Pratchett
PAPÁ PUERCO.


Es el ultimo libro que me he leído. Iba a transcribir la cita, pero Postal me ha ahorrado el trabajo... ¡Gracias!

El libro, muy divertido, de los que más me han gustado. Y, de cualquier forma... es un libro de Pratchett, ¡qué demonios!

viernes, 24 de octubre de 2008

España, Zapatero, la crisis y la Cumbre

La historia es más o menos la siguiente: ha llegado la crisis, como cabía esperar puesto que los ciclos económicos son algo por todos conocido. Esta vez, en cambio, la crisis de la economía real ha venido acompañada por una crisis financiera, originada en EE.UU. Resulta que en el país norteamericano se concedieron hipotecas a troche y moche sin mirar demasiado si el receptor de ese dinero podía devolverlo o no. Además, esas hipotecas se revendieron después a bancos all over the world, quienes a su vez se las endosaron a otros bancos o a sus clientes... Está bastante bien explicado aquí.

Los políticos, a quienes no les gusta perder elecciones, se han puesto bastante nerviosos. Y se han lanzado a decir tonterías, a cada cual más gorda. Lo peor es que también las han hecho. Ahora se quieren reunir el 15 de noviembre en EE.UU. para «refundar el capitalismo», como si lo hubiese fundado alguien alguna vez, y para acabar con «la dictadura del mercado». ¿Semejante tontería ha sido dicha por nuestro tonto oficial, Gaspar Llamazares? No. Lo ha dicho el marido de Carla Bruni, nada menos: Nicolas Sarkozy. Sí, el presidente de un país cuya economía está, mayoritariamente, en manos del estado. Qué cosas. Lo más divertido es que eso es mentira. Fue el intervencionismo de Carter y después el de Clinton el que obligó a los bancos a prestar dinero a las minorías. Ya saben, eso tan políticamente correcto de la discriminación positiva. Resulta que si un negro no podía comprarse una casa no era poque no tuviese estudios ni trabajo, qué va; no podía porque era negro. ¡Era tan sencillo! ¡La respuesta había estado delante de nuestras narices y ni nos habíamos dado cuenta! El caso es que cuando ha llegado la hora de pagar, el negro o quien sea no ha podido, y al igual que él, unos cuantos miles de personas. El banco, a freir espárragos. Y los que obligaron al banco a conceder hipotecas de dudosa recuperabilidad exigen, ahora, salvar al pobre banco y, de paso, acabar con el capitalismo. Es aterrador.

¿Y qué hace Rodríguez mientras tanto? Pues ha copiado el plan de Bush, pero sin transparencia, sin decirnos quiénes tienen activos «tóxicos» y sin apenas control por parte de la oposición ni nadie, que para eso son todos colegas. Pero no sólo eso. Además quiere estar en la Cumbre en la que se va a «refundar el capitalismo». Normal. Pero es que la Cumbre es sólo para el G-20 (es el G-8 más países emergentes más la UE), y ahí no entra España. Eso no ha desanimado a nuestro presidente, quien se ha puesto a trabajar para ir, y ahora está de viaje en China, luego volará a más sitios, mientras pide a unos y otros que le dejen ir a la Cumbre. Jopeta. Le ha pedido ayuda a Sarkozy, al Primer Ministro japonés, a un señor de Ohio que pasaba por ahí... Y nada de nada. Ayer Martinmorales lo retrataba fabulosamente.

¿Por qué no vamos? Pues porque a nuestra economía le queda todavía un poquito para estar entre las grandes. Porque no tenemos poítica exterior que esté a la altura de nuestra economía y porque tampoco tenemos una política de defensa digna de ese nombre. No lo digo yo; lo dice Alfonso Rojo, ese neocón:
[...]
No se engañen. El desaire inicial no tiene que ver con nuestro PIB, porque España ocupa la octava posición mundial, como recordaba ayer el presidente francés.
Que George Bush sea el anfitrión, puede haber influido, pero tampoco es determinante. Por feo que fuera quedarse sentado al paso de la bandera de las barras y estrellas, el gesto de Zapatero parece una minucia, al lado de las jugarretas que hizo Francia a EE.UU. en los prolegómenos de la Guerra de Irak. En la ONU y fuera de ella.
Ni siquiera la precipitada retirada de las tropas españolas de Mesopotamia ha sido determinante, porque el Gobierno ZP ha hecho bastante penitencia después y lleva meses prodigando los requiebros hacia Washington.
La clave, aunque nos duela mucho a algunos, es que España pinta poco en la escena mundial. El mal se ha agudizado con las erráticas alianzas del Gobierno Zapatero, que nos granjean aplausos en Ankara, Teherán o Caracas y nos coloca en una posición de marginalidad en el escenario mundial, pero viene de lejos.
Para tener una Política Exterior de peso, hay que tener una Política de Defensa digna de ese nombre. Y no se si han reparado en que en ese terreno vamos a la cola de los países de nuestro entorno. Junto con Bélgica y Hungría, somos el miembro de la OTAN que destina un porcentaje de PIB más pequeño a sus Fuerzas Armadas.
Y para colmo, cuando llega la hora de fajarse, nos rajamos, como prueba nuestra negativa a asumir un papel más activo en Afganistán. Cuando uno no está a las duras, no debe extrañarse de que no le inviten a las maduras.

Quizá Aznar se pasó un poco con la foto de las Azores; lo digo por aquello de que nos venía un pelín grande. También es cierto que el actual inquilino de La Moncloa se rió a mandíbula batiente de los esfuerzos de su antecesor por estar entre los grandes, y ahora se arrastra por el lodazal para ver si consigue estar allí. Ha tenido casi cinco años par aprofundizar en la política internacional de José María Aznar. Y, en lugar de eso, ha deshecho todo aquel trabajo de años. Si no nos creemos que podemos estar en la Champions League de los grandes países no merecemos estar. Y la tarea de creérselo empieza por el Presidente del Gobierno. Y asumiendo responsabilidades. Si no, luego pasa lo que pasa.

domingo, 5 de octubre de 2008

Las croquetas de mi Puri

La noticia es ésta: «Economía retira un anuncio de letras del Tesoro después de que la ministra Aído secundara las críticas del PP al mismo por "sexista"».
El litigio se debe a la conversación que un señor mantiene con su psicóloga, y que es la base del anuncio. «¿Dejar a mi Puri? Pero ¿tú estás loca!», responde el hombre cuando la especialista le recomienda que se marche del trabajo y se olvide de su mujer, que le absorbe su energía positiva. «¿Si mi Puri es lo más grande! ¿Cómo se nota que no has probado las croquetas de mi Puri!».
Sé lo que están pensando: estamos llegando a un punto crítico de estulticia. Si seguimos así dentro de poco se nos licuará el cerebro. Lo importante, deben de opinar los políticos, es que la masa no razone. Y en ello están.

El problema que subyace tras la estúpida polémica lo ha abordado muy bien Luis:

“El problema no son las croquetas de mi tocaya, Ramón. El problema es otro. No se puede estar siempre a la contra. Fíjate: no basta con reconocer los derechos civiles de los homosexuales; para vender el asunto como Dios manda hay que ir en contra de quienes tienen una visión diferente de la familia. No basta con dignificar la memoria de los caídos en la ya lejana guerra civil, es necesario criminalizar a los de un bando. No basta con reconocerme a mí el derecho de hacer lo que me dé la gana, es necesario retirarte a tí tu derecho a alabar mis croquetas. Porque las croquetas, cocinar, es, dicen, un estereotipo anticuado en el que se nos encaja a las mujeres para seguir esclavizándonos. Como si yo hubiese estado esperando a la creación de un Ministerio de Igualdad para sentirme persona! Los políticos de hoy, Ramón, son ANTIS. El caso es ser anti-algo. Anti-americano, anti-G8, anti-Estado, anti-capitalista, anti-fumador, anti-fascista, anti-machista. Parece como si los políticos se pasasen horas buscando algo o alguien contra lo que levantar masas enfervorizadas, apoyos, votos. En su manifiesta incapacidad por generar nuevas espectativas recurren a la estigmatización de los defectos del otro como máximo exponente de su capacidad de acción. Y nosotros, claro, caemos en la trampa. Un movimiento que sólo encuentra seguidores por medio del uso y abuso de la mera oposición apenas podrá crecer si carece de enemigos. Y donde no los hay, se inventan.”

[...]
"¿[Q]ué crees que pone la Constitución? Que somos diferentes ante la ley? Que cualquier acto criminal que me afecte a mí quedará impune si lo comete un hombre? Sabías que si no te gustan las croquetas que acabo de hacer me basta con llamar a la policía diciendo que temo que me peges para enviarte al calabozo a comer un combinado del chino de al lado? Eso es discriminación, Ramón”

En caso de necesidad, aplíquese el sentido común.

Para entender la crisis

Nada como el humor inglés para saber qué está pasando.



Lo he visto en Heterodoxias.net.

El Sporting ha puntuado

No está mal después de seis jornadas. Ha puntuado ganando a un flojo Mallorca, que no está nada mal. Y ha relegado al Betis a la última posición de la tabla.


Tamudo bate a Casillas de penalty. Era el 1-0.

Mientras, el Madrid ha empatado con el Espanyol. Y el Atlético... En fin. Dejémoslo. 6-1 es demasiado para cualquiera.